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Nuestro cerebro y mensajeros químicos en las ciudades.

En las grandes ciudades se concentran la mayor parte de población, esto conlleva a que nuestro cerebro esté más en alerta que en el rural. El ruido de las grandes ciudades hace que los mensajes que llegan a nuestro cerebro, sea mayor. Este efecto, hace que nuestro plasma neuronal se disuelva, para que circule más fluido la actividad eléctrica en nuestras neuronas. En metafísica, este efecto neuronal, en las grandes ciudades, puede provocar un plasma en la atmósfera más ligero, que permita la circulación de mensajes químicos neuronales o ruido. Este efecto en la atmósfera, puede acumular polución por mensajeros químicos neuronales que crean un efecto carbónico por su metabolismo, aunque el oxígeno, en ausencia carbónica, la grasa y el agua de nuestro organismo, ayudan a limpiar y crea una radiación de depuración atmosférica, eliminando el rastro carbónico en la atmósfera y creando una sensación de olvido en nuestro cerebro.

También cabe decir, que los mensajeros activan la insulina de acción rápida, que proporciona energía rápida, para nuestros reflejos y los azucares se metabolizan más rápido, provocando la disolución del agua de la atmósfera, para proporcionar oxigeno a nuestras células y neuronas.

Cuando el exceso de ruido en las ciudades es mayor y las concentraciones de oxígeno y grasa son menores, el estrés y la polución pueden ser de mayor intensidad.

Se puede decir que en las ciudades, la inteligencia, aumenta más que en el rural por mayor actividad de mensajeros químicos neuronales, pero esto puede transformarse en estrés y en el más fuerte de los casos en esquizofrenia. Pero también un exceso de plasma atmosférico o concentraciones de oxígeno y agua mayores, puede crear falta de inteligencia, demencia, depresión o coagulación por falta de actividad de mensajeros químicos neuronales.

Nuestros cromosomas están formados en parte por todo aquello que nos rodea. Cuando todo aquello que nos rodea cambia, puede afectar a nuestro cerebro debido a carencias de moléculas que se sintetizan gracias a nuestros cromosomas y que ayudan a neutralizar, efectos de: estrés o polución. El crecimiento y el progreso cambia la tierra y estamos obligados a adaptar nuestros cromosomas, para que los mensajeros químicos, se adapten a las nuevas circunstancias. Una carencia de adaptación en cromosomas causado por un efecto vírico o contaminación, puede causar carencias físicas y mentales que necesiten medicación crónica si no se adaptan los cromosomas.

6.544 comentarios en «Nuestro cerebro y mensajeros químicos en las ciudades.»

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